El canciller venezolano, Jorge Arreaza, aseguró este viernes que al gobierno nacional le han bloqueado más de 3.000 millones de dólares por las sanciones de la comunidad internacional contra varios de sus funcionarios.
Dicha información la suministró luego de que sostuviera una reunión con los veedores internacionales que acompañarán las elecciones municipales del próximo domingo 10 de diciembre, las cuales significan para el oficialismo otra “prueba de la buena salud democrática del país”.
Para Arreaza, “la coordinación absoluta entre la política imperialista antidemocrática de la administración de Estados Unidos” y “sus aliados” atentan “contra la democracia venezolana”, en referencia a las medidas tomadas por los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, así como también por la Unión Europea (UE), la cual impuso además un embargo de armas y materiales que puedan ser utilizados en las protestas contra los manifestantes.
Esto pareciera ser la excusa perfecta para el gobierno de Maduro, que se ha atrasado en el pago de su deuda externa y en la de su estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), la cual a raíz de esto ha sido declarada en “default” por varios actores del sistema financiero internacional.
Como los principales tenedores de bonos venezolanos son estadounidenses, el presidente de ese país Donald Trump prohibió a las empresas de ese país y a sus ciudadanos cualquier tipo de negocio con capital y deuda emitidos por el gobierno de Maduro y Pdvsa.
A esta problemática financiera se sumó además la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), la cual es considerada por la comunidad internacional y la oposición venezolana como ilegal, antidemocrática y fraudulenta.
