Carlos Trapani: Hay opacidad en las cifras oficiales sobre la desnutrición

Patrizia Aymerich.- Las exigencias para proteger la vida de los niños no están siendo tomadas en cuenta por el gobierno de Venezuela y los recursos aportados no están siendo dirigidos a solucionar los problemas de los infantes. Es la denuncia que hace Carlos Trapani, coordinador general del Centro Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap), quien afirmó este miércoles que el Estado debe tomar acciones urgentes para mejorar la situación de los menores de edad, especialmente afectados por la crisis.

El defensor de la infancia aseguró que hay opacidad en las cifras oficiales sobre la desnutrición, corrupción en el programa de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) -que no llegan a los más vulnerables- y desarticulación para ayudar a los niños enfermos.

“En 2016 intentamos medidas anticipadas para proteger la vida de los niños, pero no fueron tomadas en cuenta. Dos jueces de protección negaron las medidas anticipadas. No es un capricho de Cecodap, la ley establece que debe haber acceso a medicinas y alimentación”, aseguró el investigador a VPI TV.

Trapani no proyecta soluciones en manos del gobierno. “Las mesas de dialogo que se han llevado a cabo con el gobierno no han servido, rechazo algunas de las medidas que se han querido aplicar allí”, dijo y agregó que “la ANC no va a dar respuestas a la realidad del venezolano”.

Aseguró que se han interpuesto distintos recursos que han sido rechazados por el Tribunal Supremo de Justicia, que no ha dado respuesta a las inquietudes y exigencias del gremio de la salud.

El investigador pidió que “se consulte a la sociedad médica” sobre cómo llevar a cabo acciones para mejorar el sistema de salud de país. “Se aportaron recursos al hospital pero es necesario saber qué proyectos se ejecutan, cuál es la calidad de los mecanismos y cuáles son las prioridades, nada hacemos pintando las paredes si no hay insumos”.

A inicios de agosto, algunos hospitales que recibieron fondos del gobierno iniciaron un proyecto de reestructuración de las instalaciones. Tal es el caso del JM de los Ríos, ubicado en San Bernardino, que actualmente se encuentra en un proceso de remodelación que incluye cambios en la pintura y cerámicas de distintos espacios del hospital. Sin embargo, las carencias en cuanto a alimentación y medicinas no han sido subsanadas.

“Lo más que puede pasar es que nos arrope la resignación y el miedo, pero no lo podemos permitir”, sentenció el también abogado. “Tenemos el compromiso de dar voz a los niños y no permitir que sufran”.

Los casos de muertes de niños por falta de insumos médicos y una atención completa han aumentado en lo que va de año. 5 pacientes del servicio de nefrología han fallecido en el Hospital JM de los Ríos, mientras que 13 permanecen amenazados.

Muchos de los infantes que llegan a los servicios médicos terminan afectados en un estado crónico debido a la contaminación de las instalaciones, donde se han encontrado bacterias como pseudomonas, estafilococo y klebsiella, “la bacteria mas fuerte que existe a nivel hospitalario”, según Katherine Martínez, directora de la ONG Prepara Familia.

Más niños en la calle

Trapani repudió también las afirmaciones del gobierno, que dice “que no hay crisis y que los niños son usados en manifestaciones políticas”. Según las observaciones de Cecodap, en los últimos meses han aumentado drásticamente los niños en situación de calle, que muchas veces consiguen comida por su cuenta, sin que sus padres o allegados lo sepan.

Eilsen, de 10 años de edad, es un ejemplo de ello. El pequeño, al ver que en su casa no puede obtener las tres comidas diarias, toma el metro desde el oeste de Caracas hacia Altamira, donde se baja para pedir comida en la calle o para unirse a otro grupo de niños que reciben comida todos los sábados de manos de iniciativas caritativas y fundaciones sin fines de lucro.

“Mi mamá no sabe nada, no sabe que estoy aquí, pero es que me da mucha hambre y prefiero venirme para acá”, dijo a VPI TV.

“El niño que protesta en la calle tiene toda una simbología, cada vez más niños se están viendo afectados por la crisis del país”, aseveró Trapani, quien ve esto como una forma más de protesta silenciosa.

El defensor de los derechos de los niños citó las cifras del Ministerio Público que indican que 56% de los asesinados en 2016 fueron adolescentes y jóvenes. En total unos 11.000 niños murieron ese año por causas no naturales.

El portavoz de Cecodap, aseguró que la comunidad internacional está atenta a estos problemas en la infancia venezolana e invitan al Estado a tomar acciones para mejorar el sistema de salud y nutrición en el país.

Patrizia Aymerich – @Patifini

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