El nombre de Óscar Pérez trascendió por su “atentado” al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y al Ministerio de Interior y Justicia el 27 de junio del 2017. Por 15 años se desempeñó como inspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), aunque también pertenecía a la Brigada de Acciones Especiales (BAE), en la que era jefe de Operaciones en la División Aérea.
El también piloto de helicóptero, buzo de combate y paracaidista libre tiene 37 años y, en aquella ocasión, tras sobrevolar las sedes en Caracas de los referidos entes públicos, fue tildado de “terrorista” por el presidente Nicolás Maduro, quien lo acusó de lanzar dos granadas y disparar contra los trabajadores que estaban presentes en ese momento.
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Desde entonces, Pérez se convirtió en un prófugo de la justicia que utilizaba sus redes sociales para condenar al “régimen”, y para enviar mensajes de esperanza y fuerza a los venezolanos, lo que inició un debate en el país sobre si verdaderamente se trata de un uniformado que se sublevó, o de un “montaje” del gobierno, como aseguran muchos.
Con las protestas antigubernamentales que dejaron al menos 125 muertos en pleno apogeo, la aparición de Pérez fue apoyada por la denominada “resistencia”, a punto tal de que en una vigilia llevada a cabo el 13 de julio apareció de sorpresa, cuando ya era públicamente buscado por el gobierno, y se atrevió además a declarar brevemente a los periodistas presentes. Minutos después abordó una moto y no se dejó ver más en público. Sus apariciones eran en videos que rápidamente se hacían virales.
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Su participación en la película “Muerte Suspendida” alimentaba la teoría de que era un “show” para desviar la atención en ese momento tan álgido que atravesaba el país. El filme, producido y protagonizado por él, está inspirado en el caso real de un empresario que fue secuestrado y, posteriormente, liberado por policías de élite.
Fuentes oficialistas lo vincularon con el general retirado Miguel Rodríguez Torres, exministro que ha criticado a Maduro en reiteradas ocasiones, y a quien el primer mandatario acusó de orquestar un presunto plan golpista en su contra. Supuestamente, Pérez fue piloto del exfuncionario chavista.
Los ya mencionados videos, en los que se dejaba ver acompañado por otros presuntos exfuncionarios encapuchados, empezaban a quedar en el olvido hasta que el pasado 19 de diciembre asaltó un galpón de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en San Pedro de los Altos, para robarse el arsenal.
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“Dios y Jesucristo nos dieron ya la victoria, Operación Génesis, una operación táctica impecable donde seguimos recuperado las armas del pueblo y para el pueblo, nos acogemos de manera legítima al artículo 333 y 350 de la Constitución Nacional”, dijo Pérez en aquella ocasión.
Este lunes 15 de enero, desde tempranas horas de la madrugada, empezó a denunciar a través de su cuenta en Instagram que estaba rodeado por funcionarios que lo querían matar. Ensangrentado y con detonaciones de fondo, aprovechó para dejar mensajes de esperanzas al pueblo, hasta que dejó de publicar videos y no se sabe nada de su paradero.