Zulianos hacen largas colas desde tempranas horas de la madrugada a las afueras de un reconocido supermercado de mayoristas, para adquirir cuatro paquetes de harina precocida, ya que aseguran que es el único lugar donde pueden conseguirlo a precio regulado.
Los ciudadanos señalan que los funcionarios de la Guardia Nacional se comportaban de manera grosera con las personas de la tercera edad y los discapacitados que se mantenían en la fila bajo el sol.
En ese establecimiento comercial, los mayoristas que lograban ingresar podían llevarse hasta tres bultos de harina, que, según señalaba una ciudadana, luego serían vendidos a altos precios en los mercados populares.
