Alejandra Pernía.- Este martes 6 de noviembre, se celebran las primeras elecciones nacionales desde que Donald Trump es presidente de Estados Unidos.
Millones de estadounidenses acudirán a las urnas para renovar el Congreso de la nación, pero también la gran mayoría de los parlamentos estatales, gobernadores y numerosos ayuntamientos.
El presidente Donald Trump no estará en ninguna de las papeletas, pero estos comicios serán también un juicio a su gestión y determinarán su capacidad para legislar en los dos próximos años. Todos los indicios apuntan a una elevada participación, superior al 37% que votó en las legislativas del 2014.
En un sistema federal como el estadounidense, las decisiones adoptadas en los parlamentos estatales son casi más importantes para la vida del ciudadano que las que llegan del Congreso federal. Pero también tienen mucha influencia para determinar el resultado en las elecciones nacionales por su capacidad para redefinir los contornos de las circunscripciones electorales.
Las encuestas y los analistas señalan que el escenario más probable es que los republicanos mantengan el Senado y los demócratas recuperen la Cámara.
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