Luisa Panagua.- Después de que se anunciara la reapertura del Bicentenario ubicado en Terrazas de Ávila, Caracas, vecinos de los sectores se aglomeraron para adquirir a precios “justos” los escasos productos de la cesta básica. Sin embargo, su sorpresa fue mayúscula cuando después de horas esperando para entrar, consiguieron los alimentos con un costo de “bachaquero”. Como el kilo de leche a 2600 bolívares y el de pastas alimenticias hecha en Venezuela, en 1.700.
Esta situación, sumada a la muchedumbre que esperaba desde muy temprano en una kilómetrica cola para comprar, desbordó la paciencia de la gente y produjo algunos conatos de violencia que obligaron a los cuerpos de seguridad a acorralar por grupos a las personas para amedrentarlas y lograr mantenerlas bajo control.
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Edmundo Rada, concejal del municipio Sucre, estado Miranda y dirigente de Voluntad Popular, señaló que a su juicio esos precios son un exabrupto, considerando que la mayoría procede de sectores humildes que apenas tienen cómo subsistir.
“La mayoría de las veces llevan entre 5.000 y 10.000 bolívares para para comprar. Por esta razón salían muy molestos del supermercado del gobierno”, explicó Rada.
Y es que desde el anuncio realizado sobre la apertura del Bicentenario que tenía más de un mes sin funcionar, habitantes de La Parrilla, La Alcabala, La Bombilla, 24 de marzo, Julian Blanco, La Pamplona , Píritu, La Urbina, 5 julio, 12 de octubre, 24 de julio, San José y Agricultura tenían la esperanza de poder abastecer sus casas con productos a precio subsidiado.
Para el concejal los más afectados son las personas con niños, porque tienen una mayor urgencia de satisfacer las necesidades de los pequeños. “La gente de a pie no tiene cómo pagarlo”, reiteró.
Esto se debe a que “estamos en presencia de un poder adquisitivo devastado por las políticas económicas del gobierno“, expresó Rada. Afirmó que los venezolanos están “hartos de mentiras”, porque ya no hay más excusas para la escasez y mucho menos en un automercado estatal.
Asimismo, aseguró que la forma de expresar el descontento ante esta situación es el compromiso que debe tener cada venezolano con el referendo revocatorio.
