A partir de este sábado comenzarán las plenarias del IV Congreso Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela, que concluirán el lunes 30 de julio.
Este congreso contará con 670 participantes, elegidos por “las bases” de la organización vía territorial y sectorial. De esa cifra, 384 delegados fueron escogidos de forma territorial a través de las 14.000 asambleas de las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez.
Sin embargo, muchos “ex Chavistas”, conocedores del manejo interno de este tipo de actividades , han calificado el Congreso, como un intento desesperado de subsanar una fractura del Chavismo-madurismo, que ya es notable en la opinión pública.
Nicmer Evans, disidente oficialista, expresó en su artículo de opinión en Punto de Corte, que “La disputa va a ser por cuotas de poder perdidas, y las diferencias por primera vez se harán evidentes pero no suficientes para una división, al menos que las bases logren irrumpir en el Congreso y demarcar un verdadero hito de cambio”.
Evans, aseguró que el oficialismo es “un hueso roto, aguantado por un yeso muy fuerte”(el poder), el cual ha sido imposible de romper por no contar con una oposición realmente firme, fuerte y con credibilidad.
Pero eso no es todo, el vocero del Movimiento por la Democracia y la Inclusión (MDI), aseguró que a Chávez, lo estaban “velando” antes de muerto. Evans afirmó que en 2010, al asumir Maduro la vicepresidencia de la República, se estableció en lo interno del “chavismo” y con gente de extrema confianza, una suerte de “MINCI paralelo” con un comando de campaña presidencial para Maduro, igual al que presuntamente también tenia Jorge Rodriguez”.
“Eran unos cuantos los que de manera disimulada (o no tanto) ya estaban velando la presidencia de Chávez, incluso antes de su enfermedad de manera pública, o deseando la misma”. aseguró Nicmer Evans.
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