Fedecámaras rechazó la carta intimidatoria que le entregaron partidarios del gobierno, en el que se le responsabiliza por las consecuencias económicas de la implementación del modelo de Gobierno, en el texto se les señala como responsables del contrabando y como “una cueva de ladrones”, además de amenazas de cárcel por una presunta “guerra” contra los pobres y trabajadores.
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Dichas expresiones “contradice el espíritu de diálogo social, indispensable en la crítica situación que vive Venezuela”, que ha motivado la instalación de una Comisión de Investigación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por violación de los convenios ratificados en el seno del organismo internacional.
Desde el gremio empresarial aseguran que se busca justificar el fracaso de la política económica del Gobierno nacional y de amedrentar a los dirigentes de la institución, “es de suma gravedad que concentraciones de este tipo sean dirigidas por funcionarios en pleno ejercicio de cargos del poder público, siendo en este caso en particular, liderada por el exministro del Poder Popular para el Proceso Social de Trabajo y actual presidente de la Comisión de los Trabajadores de la Asamblea Nacional Constituyente, Francisco Torrealba, y otros funcionarios del mismo órgano constituyente, lo cual resta toda legitimidad a una manifestación que se quiere hacer ver como una expresión genuina de los trabajadores”.
Fragmentos de la carta:
“Si hay que llenar las cárceles de empresarios y comerciantes para acabar la guerra, hay que hacerlo, así tengamos que sacar los pranes para dar espacio a los especuladores. No son los malandros de barrio los que están matando al pueblo, son los ladrones detrás del bachaqueo, los empresarios y comerciantes” (…) “Ellos han desatado una guerra contra los trabajadores y contra los pobres, entonces si no paran la guerra, responderemos, si ellos no nos dan paz, los trabajadores les daremos guerra” (…) Tras cada delito de contrabando, de acaparamiento, de remarcaje de precios, de bachaqueo, hay un miembro de Fedecámaras (…) Fedecámaras es una cueva de ladrones”.
